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Por Azucena Ayuso 25 ene, 2022
El 4 de febrero de 1962 se estrenaba en Inglaterra, a través de la ITV, lo que acabaría siendo una de las series de mayor éxito de la televisión británica: The Saint (El Santo). La trama, que en sus inicios pretendía ser de misterio, narraba las aventuras de Simon Templar, interpretado por Roger Moore quién al comienzo de la serie en blanco y negro, solía romper la cuarta pared dirigiéndose al público al inicio de cada episodio. Tal fue el éxito de “El Santo” que llegó a emitirse no solo en Estados Unidos a través de la NBC, si no en alrededor de 60 países de todo el mundo. En un principio, la productora de la serie solicitó la donación de un E-Type a Jaguar Cars quién rechazó la petición, fue entonces cuando Volvo ofreció su P1800 por su valor promocional. Aún hoy en día al Volvo P1800 blanco se le sigue conociendo con el sobrenombre del “coche del Santo”. Casi 60 años después este precioso Volvo cae en mis manos para una sesión de fotos de lo más especial, en homenaje a una de las series británicas con mayor éxito en su historia.
Por Azucena Ayuso 01 sept, 2021
Finales de verano del año 1988, apenas hacía un par de meses desde que celebré mi tercer año de vida. Mientras yo jugaba con mis juguetes se estaba presentando la tercera generación del Porsche 911, el 964. Las principales novedades de este modelo eran su cambio automático Tiptronic, desarrollado por la propia marca, o su tracción integral que había demostrado su efectividad en el Rally Dakar. En su diseño exterior destacaba la continuidad de la línea clásica del 911 con sus grandes faros redondos y su identificativa caída de techo, conservando todavía en esta generación un tamaño compacto a pesar de la incorporación de unos paragolpes más grandes respecto a su modelo predecesor. Además de las llantas de aleación de 17’’ y los intermitentes integrados en el paragolpes delantero, llamaba la atención su alerón trasero retráctil, que se elevaba automáticamente al superar los 80 km/h. Treinta y tres años después y en perfecto estado de salud aquí estamos este Porsche y yo trabajando juntos para crear las imágenes que podréis ver a continuación. En este caso se trata de un Porsche 911 (964) Carrera 4 que cuenta con un motor bóxer atmosférico de 6 cilindros y 3.6 litros que entrega 250cv.
Zorro en Madrid
Por Azucena Ayuso 18 jul, 2021
Martes, 13 de Julio en Madrid, inmersos en el ojo del huracán de una ola de calor y yo tengo que trabajar con un precioso Mercedes Clase E Coupé blanco. Después de barajar varias opciones decidimos hacer la sesión de fotos y las tomas estáticas del vídeo en Navacerrada y al atardecer. La aplicación del tiempo dice que a partir de las 19:00 alguna nube se dibujará en el cielo y eso nos encanta y facilita nuestro trabajo. De camino cruzamos los dedos para que el puerto de Cotos esté despejado (como esperábamos) y podamos trabajar en la zona escogida y no tener que recurrir al plan B (siempre hace falta un plan B). Al llegar al aparcamiento hay solo una decena de coches aparcados en el inicio de este y todo despejado al final. ¡Perfecto!, podremos trabajar tranquilos. Mientras esperamos la nube que nos prometieron colocamos el coche y probamos encuadres y tomas. Pongo el 70-200 en mi cámara y recorro los alrededores para buscar las mejores perspectivas del lugar. La nube por fin nos tapa el sol y nos regala la iluminación deseada. Después de un par de horas, ha llegado el momento de realizar las mejores tomas y fotografías. La planificación ha salido bien y podremos volver a casa con las tarjetas de memoria llenas. Y de repente… a lo lejos vemos acercarse lo que parece un perrito sin dueño. Se detiene en una caravana y empieza a merodear, pero no encuentra lo que busca y sigue acercándose a nosotros. ¡No es un perro! ¡Es un zorro!, apostaría que en realidad es una preciosa zorra. Y yo con un 70-200 en la mano. Este regalo no se puede desaprovechar. Hay que tirarse al suelo y fotografiar este momento irrepetible. El animal cada vez se acerca más, se nota que está acostumbrada al ser humano y que suele pasearse entre la gente para conseguir algo de comida. Regresamos a casa emocionados por ese regalo de la naturaleza y desenado procesar las fotos. Pero también un poco triste por pensar en cómo un animal salvaje ha terminado mendigando algo de comida del ser humano, y, rezando al destino porque aprovechando la confianza de ese animal ningún ser de mi misma especie haga daño a esa pequeña.
Mujer en blanco y negro
Por Azucena Ayuso 28 jun, 2021
Etapas. La vida son etapas. Algunas duran años, otras duran meses, semanas, e incluso minutos. En ocasiones necesitamos cerrar una etapa para comenzar otra, en otras ocasiones como quien practica el poliamor simplemente las disfrutamos o sufrimos a la vez. No recuerdo el momento exacto en el que comenzó mi historia audiovisual. Quizás mi idilio comenzó una tarde cualquiera a la edad de cuatro años mientras le cantaba al aire una canción inventada y mi tío grababa el momento con la ilusión de un niño que estrena rotuladores. Quizás las tardes de excursión en familia que acababan convirtiéndose en noche, con un frio que pela, para que mi padre y mi tío pudieran disputar por la mejor foto nocturna de Madrid. Quizá alguno de los días en los que rogaba a mi hermano y a mis primos que se disfrazaran para hacer sesiones fotográficas con mi cámara nueva. A lo mejor mi primer y único campamento de verano a Asturias donde iba buscando la mejor posición para fotografiar esos acantilados maravillosos y poder llevar a mi padre un poquito del mar que yo estaba viviendo y él no iba a disfrutar ese año. Quizás el punto de inflexión fueron los primeros viajes enamorada después de comprar mi primera cámara ¡sin carrete!, esa cámara solo descansaba cuando se agotaba la batería. El salto de calidad llegó con la conjunción de primera cámara con lentes intercambiables y primeros viajes por Europa. Las fotos tenían que salir perfectas, había mucho que estudiar de luz, composición, historia y cultura. A lo largo de mi vida la fotografía siempre ha estado presente y ha jugado un papel muy protagonista, pero nunca me planteé hacer de ello mi profesión. Crecí en el mundo de la “realidad”, de lo “práctico”, de los trabajos “de verdad”. Ser fotógrafa en mi pequeño mundo era como ser actriz o futbolista, un sueño alcanzable solo para unos pocos privilegiados. Las personas “normales” teníamos que pensar en cosas “reales”. Nunca lo he vivido con frustración porque fui una perfecta víctima del sistema, aquella que ni siquiera es consciente de que lo es. Pasé por todas las etapas “correctas”. Me gradué de bachillerato, fui a la universidad, hice dos Másteres, fui becaria, trabajadora, volví a la universidad… y en todas mis etapas, con éxitos y fracasos la fotografía ha sido mi compañera de viaje. Desde hace algunos años, la fotografía y el mundo audiovisual no solo son una parte de quien soy, también son la mayor parte de mi trabajo. Un trabajo que no busqué, pero para el que llevaba preparándome toda la vida. Un sueño que nunca me imaginé tener que estoy viviendo en la actualidad. Si has llegado hasta aquí, gracias por dedicarme lo más valioso que tiene cualquier ser humano: tiempo. Recuerda que a lo largo de nuestra vida nunca se dejan de abrir y cerrar etapas, no dejes de prepararte para vivir tu sueño, aunque aún no sepas cuál es.
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