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Y entonces llegó ella...

Martes, 13 de Julio en Madrid, inmersos en el ojo del huracán de una ola de calor y yo tengo que trabajar con un precioso Mercedes Clase E Coupé blanco. Después de barajar varias opciones decidimos hacer la sesión de fotos y las tomas estáticas del vídeo en Navacerrada y al atardecer. La aplicación del tiempo dice que a partir de las 19:00 alguna nube se dibujará en el cielo y eso nos encanta y facilita nuestro trabajo.
De camino cruzamos los dedos para que el puerto de Cotos esté despejado (como esperábamos) y podamos trabajar en la zona escogida y no tener que recurrir al plan B (siempre hace falta un plan B).
Al llegar al aparcamiento hay solo una decena de coches aparcados en el inicio de este y todo despejado al final. ¡Perfecto!, podremos trabajar tranquilos.

Mientras esperamos la nube que nos prometieron colocamos el coche y probamos encuadres y tomas. Pongo el 70-200 en mi cámara y recorro los alrededores para buscar las mejores perspectivas del lugar.
La nube por fin nos tapa el sol y nos regala la iluminación deseada. Después de un par de horas, ha llegado el momento de realizar las mejores tomas y fotografías. La planificación ha salido bien y podremos volver a casa con las tarjetas de memoria llenas.

Y de repente… a lo lejos vemos acercarse lo que parece un perrito sin dueño. Se detiene en una caravana y empieza a merodear, pero no encuentra lo que busca y sigue acercándose a nosotros. ¡No es un perro! ¡Es un zorro!, apostaría que en realidad es una preciosa zorra. Y yo con un 70-200 en la mano. Este regalo no se puede desaprovechar. Hay que tirarse al suelo y fotografiar este momento irrepetible. El animal cada vez se acerca más, se nota que está acostumbrada al ser humano y que suele pasearse entre la gente para conseguir algo de comida.

 Regresamos a casa emocionados por ese regalo de la naturaleza y desenado procesar las fotos. Pero también un poco triste por pensar en cómo un animal salvaje ha terminado mendigando algo de comida del ser humano, y, rezando al destino porque aprovechando la confianza de ese animal ningún ser de mi misma especie haga daño a esa pequeña.

 

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