Finales de verano del año 1988, apenas hacía un par de meses desde que celebré mi tercer año de vida. Mientras yo jugaba con mis juguetes se estaba presentando la tercera generación del Porsche 911, el 964.
Las principales novedades de este modelo eran su cambio automático Tiptronic, desarrollado por la propia marca, o su tracción integral que había demostrado su efectividad en el Rally Dakar.
En su diseño exterior destacaba la continuidad de la línea clásica del 911 con sus grandes faros redondos y su identificativa caída de techo, conservando todavía en esta generación un tamaño compacto a pesar de la incorporación de unos paragolpes más grandes respecto a su modelo predecesor.
Además de las llantas de aleación de 17’’ y los intermitentes integrados en el paragolpes delantero, llamaba la atención su alerón trasero retráctil, que se elevaba automáticamente al superar los 80 km/h.
Treinta y tres años después y en perfecto estado de salud aquí estamos este Porsche y yo trabajando juntos para crear las imágenes que podréis ver a continuación.
En este caso se trata de un Porsche 911 (964) Carrera 4 que cuenta con un motor bóxer atmosférico de 6 cilindros y 3.6 litros que entrega 250cv.